jueves, 27 de diciembre de 2007
lunes, 17 de diciembre de 2007
Crónica del Tachero Suizo X
El sultán guaraní
Al doblar por Ortega y Gasset la cancha de polo de Palermo me evocó el recuerdo de aquella simpática turista norteamericana, quien luego de definir a Buenos Aires como
Saqué el seguro de la puerta trasera cuando en la mitad de la cuadra vi a un hombre de unos sesentipico que se dirigía a hacia mí con una leve renguera y el brazo izquierdo levantado. Me pidió que lo llevara a la plaza Serrano y luego comentó "espero que hoy por ser sábado no haya tanto tráfico, porque en la semana ya no se puede andar por culpa de todos los autos que llegan desde la provincia”. Le respondí que quizás las nuevas disposiciones del peaje preferencial, para aquellos autos que viajen con más de un pasajero, puedan ayudar en parte a resolver el tema. A lo que en forma muy enfática me respondió "Eso es una estupidez, porque si viajan cuatro o más personas en un auto y tienen un accidente se mueren los cuatro, en cambio si va una sola persona se muere solo el que maneja". Ese comentario me hizo rever mi opinión sobre el hecho de que en la ciudad la mayoría de los autos estuviera tripulada por una sola persona, actitud que hasta entonces atribuía a un claro acto de egoísmo, pero que -bajo la óptica que proponía este pasajero- también podía ser interpretada como una medida carácter humanitario, destinada a reducir el número de potenciales víctimas de un eventual siniestro.
Apenas descendió me dispuse a esperar que el semáforo de la rotonda cambiara de color para seguir circulando por Borges, pero mis planes fueron alterados por un individuo con una caja de herramientas que me preguntó si estaba libre. Le repuse afirmativamente con un movimiento de la cabeza y apenas se acomodó en el asiento me indicó "A la calle Suipacha y Santa Fe, amigo". Durante el viaje me contó que hacía dos años que había llegado de Paraguay y que se dirigía a hacer una changa para ganarse unos pesos extras, en la casa de un cliente de la carpintería en la que trabajaba durante la semana. También comentó que en Asunción él era el dueño de su propia carpintería, pero como su país era chico y muy poco poblado (tres millones, precisó) él -al igual que muchos de sus compatriotas- tuvo que venirse a estos pagos para probar mejor suerte. Le comenté que tenía entendido que como consecuencia de la guerra de la triple alianza, en Paraguay en la actualidad todavía hay muchas más mujeres que hombres. Me confirmó que era verdad y que por eso en su tierra era bastante común que un hombre tuviera más de una esposa y agregó "Mi abuelo tenía tres esposas. Parecía… ¿cómo es que le dicen a esos árabes? ¿Sultanes, no?. Un día dormía en una casa y otro día en otra y cuando le preguntabas dónde había estado la noche anterior el viejo se reía nomás.”
El relato del carpintero me hizo pensar que partiendo de los conceptos vertidos por el pasajero anterior, si las autoridades de Asunción decidieran tomar alguna medida destinada a ordenar el tránsito, deberían tener como prioridad el fomentar que los autos fueran manejados por una sola persona, preferiblemente de sexo femenino, para no poner en peligro el ya bastante afectado equilibrio demográfico. Esa idea me hizo representar la imagen de un montón de alteradas mujeres mandándose entre sí a lavar los platos en guaraní, o a cocinar chipa, quizás.
jueves, 13 de diciembre de 2007
lunes, 10 de diciembre de 2007
Fauna en peligro
Paloma mocha,
quedaste pachucha,
plumaje empapado
por el chubasco feroz
que te voló el nido,
te tembló en las patas,
te caló el pico,
te aflojó el cálamo,
te saltó los ojos.
Ojalá lo resistas,
hoy está hermoso otra vez.
jueves, 29 de noviembre de 2007
viernes, 23 de noviembre de 2007
Vértigo
¿Buscando desenclavar?
Dijo una voz popular:
¿Quién me presta una escalera
para subir al madero
para quitarle los clavos
a Jesús el Nazareno?
Oh, la saeta, el cantar
al Cristo de los gitanos
siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar.
Cantar del pueblo andaluz
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz.
Cantar de la tierra mía
que echa flores
al Jesús de la agonía
y es la fe de mis mayores.
¡Oh, no eres tú mi cantar
no puedo cantar, ni quiero
a este Jesús del madero
sino al que anduvo en la mar!
Antonio Machado
jueves, 22 de noviembre de 2007
viernes, 16 de noviembre de 2007
Rua
Ahí estaba ella, como una gaviota empetrolada, aleteando desesperada sin despegar sus patitas blancas de pampero para lluvia del cordón de la vereda. La miré porque escuché un chillido débil y agudo. Me acerco y le pregunto si quiere cruzar la calle (Perón y Callao, 2.30 am) y con esa mirada transparente tierna senil me corrige enérgica: “¡No! ¿No ves que me caí en un pozo?” mientras me señala un desnivel en el cordón de unos quince milímetros. La ayudo a salir del pozo (¡yo!) y me explica que lo que quiere es ir a comprar el diario al kiosco.
Sigo caminando con ligereza etílica de gaviota joven y hermana, huyendo del petróleo también.
Eu nao sou da sua rua,
Eu nao sou o seu vizinho.
Eu moro muito longe, sozinho.
Estou aqui de passagem.
Eu nao sou da sua rua,
Eu nao falo a sua langua,
Minha vida a diferente da sua.
Estou aqui de passagem.
Esse mundo nao a meu,
Esse mundo nao a seu
(Branco Mello - Arnaldo Antunes)
miércoles, 14 de noviembre de 2007
lunes, 12 de noviembre de 2007
Crónica del Tachero Suizo IX
En Venezuela se le dice dar la cola
Subiendo por Sinclair giré mi cabeza hacia la izquierda y fue ese improvisado movimiento el que me permitió divisar el brazo levantado de una mujer de unos cuarentipico al que el conductor del tacho vacío que tenía adelante no divisó. Apenas se acomoda en el asiento trasero me indicó que debíamos ir a Tucumán al 2600 y luego me preguntó:
-¿Cómo es que le dicen ustedes cuando alguien se ofrece a llevarte con el carro a algún lugar que le queda de pasada?
Le contesté que nosotros lo llamamos acercar.
-Ah, claro, acercar. Fíjate que nosotros allá en Venezuela le decimos a lo que ustedes llaman acercar “dar la cola”, pero me han dicho que eso tiene otro significado acá. Figúrate que los otros días le pedí a un conocido que iba hacia donde yo vivo que me diera la cola y me puso una cara de sorpresa que para qué te cuento, pero cuando me dijeron lo que aquí significaba casi me muero de vergüenza.
En ese momento pensé que quizás la confusión hubiera sido aun más grande si la que se ofrecía a dar la cola hubiera sido ella, puesto que no es por subestimar la tan mentada generosidad latinoamericana, pero como un gesto de gratitud por acercar a alguien un par de cuadras me parece un poco excesivo. Luego de un corto suspiro agregó:
-A ustedes los hombres sí que se les hace todo más fácil.
Le pregunté a qué se refería.
-Y claro, fíjate que nosotras para ir a trabajar o nomás para salir a la calle tenemos que pensar qué nos vamos a poner, que los zapatos nos combinen con la pollera o la cartera etc., en cambio ustedes se ponen lo que tienen a mano y listo. Además un hombre de más de 40 todavía puede ser guapo, en cambio nosotras a esa edad ya comenzamos a ser viejas. Incluso a un señor de 60 se lo puede considerar como un hombre maduro, en cambio a nosotras a esa edad para lo único que servimos es para cuidar a los nietos.
Le contesté que alguna ventaja ellas tendrán sobre nosotros, a lo que me replicó "Ah, ya sé, me vas a decir que el ser madres… vaya ventaja. Que no me escuche mi gordo, pobre" Supuse que debía analizar con más detalle el tema, pero en principio tuve la impresión de que algo de razón tenía y que el poder jugar a la batalla naval con las pelotitas de naftalina no era nuestro único privilegio sobre el sexo opuesto. Al llegar a la intersección de Tucumán y Pueyrredón me dijo:
-Bueno, qué lata te he dado, pero supongo que ustedes deben estar un poco acostumbrados porque seguro que la gente los debe utilizar como psicólogos.
Fue ese último comentario que me hizo reflexionar que quizás un viaje en taxi tenga algunas ventajas con respecto a una sesión de terapia. Porque a diferencia de los psicoanalistas que suelen interrumpir el discurso de sus pacientes con un montón de inquietantes preguntas retóricas como ¿qué quiso decir? o ¿a usted qué le parece?, las cuales pueden agravar sus cuadros de incertidumbres existenciales; nosotros nos limitamos a responder con una serie de condescendientes y tranquilizadores sí, claro o ¡qué barbaridad! (al pasajero siempre hay que darle la razón).
En alguna oportunidad escuché que también se nos ha comparado con una suerte de confesores paganos. Sin embargo, a diferencia de los curas u otras autoridades eclesiásticas no prescribimos a las confesiones con alguna forma de penitencia como el rezo de una determinada cantidad de Ave Marías o Padres Nuestros, ni siquiera otra pena secular o más afín a la profesión, como cruzar la 9 de julio en hora pico, o escribir en una pizarra varias veces “debo cerrar la puerta de atrás del tacho con delicadeza puesto que ésta no es giratoria” etc.
Puse el reloj en cero y me dirigí hacia la esquina donde me pareció divisar el brazo levantado de un nuevo pasajero o debería decir paciente.
domingo, 4 de noviembre de 2007
martes, 30 de octubre de 2007
Noviembre
lunes, 22 de octubre de 2007
Arte de Balneario*
El lugar somos nosotros.
Partimos en una caravana mutante hacia el sur del verano. Hacia la aldea del suizo, en reposo. En un retiro espiritual, en un rito de reinicio. Una convivencia freaky. Una villa sin mosquitos y una playa sin palmeras. Festejamos a un amigo, el mentor.
Una semana de incubación colectiva. Al viento y al sol.
*Para JSG
martes, 9 de octubre de 2007
¡Primavera! - Tertulia Mutante VI
domingo, 7 de octubre de 2007
Crónica del tachero suizo VIII

El gato egipcio
Circulaba por Suipacha cuando decidí doblar en dirección a Arenales. Fue entonces que me pregunté cuáles habrían sido los méritos militares, políticos o de otras índoles que le merecieron al tal Arenales el hacerse adjudicatario del nombre de una calle. No obstante, en mi muy personal guía de la ciudad los nombres de muchas calles tenían connotaciones que en mi memoria remitían a algunos pasajeros en particular. Algunos de dichos recuerdos me resultaban tan remotos que me incitaban a interrogarme acerca de cuáles eran las reales fronteras de la memoria. "La memoria nos recuerda que debemos olvidar", era una frase cuya autoría -no estaba del todo seguro, pero como otras tantas citas célebres- se la han adjudicado a Borges; aunque en un futuro no muy lejano no me extrañaría que al poeta de la mirada perdida también se lo responsabilizara de frases como "que la fuerza esté contigo".
Mis deliberaciones fueron interrumpidas por el brazo levantado de una mujer de unos setenta a ochenta y pico de años, quien apenas subió me preguntó, con una muy correcta pronunciación, si mi apellido era Schweitzer. Casi por reflejo condicionado le contesté que sí, igual que el célebre doctor. Luego le pregunté si hablaba en alemán, a lo que me respondió que no, pero que había sido profesora de Bellas Artes y que siempre le había dado mucha importancia a la correcta pronunciación de los distintos apellidos. Luego agregó que también había sido egiptóloga y que en los años 70 había trabajado en excavaciones en El Cairo (parecía que acababa de levantar a la mismísima abuela de Indiana Jones) y la conversación derivó a temas afines a sus expediciones, como las pirámides y los mosquitos y cocodrilos del Nilo.
Una vez concluido el viaje contemplé la posibilidad de que de aquí en más la calle Arenales se me representara asociada al recuerdo de la anciana aventurera. Mis reflexiones fueron otra vez interrumpidas por el grito de TAXI de otra mujer de unos cincuenta y pico. Antes de que tuviera tiempo de interrogarla por la dirección a donde debía llevarla, me preguntó qué número era el gato. En ese momento se me representó la idea de un gato egipcio, pero le pregunté a qué gato se refería. Me contestó: "al número de lotería, porque mi hijo me llamó recién para decirme que pisó un gato con el auto y quiero jugarle a la lotería a ver si tengo suerte". Luego me dijo que debíamos ir lo antes posible a Tucumán y Maipú. Le propuse tomar por el bajo, pero insistió en ir directamente por Maipú. Cuando la marcha del tráfico comenzó a circular en forma excesivamente lenta, decidió bajar tres cuadras antes del destino prefijado, dejándome varado en el caótico microcentro porteño.
Mientras intentaba buscar la manera de zafar de la incómoda situación a la que la desconsiderada pasajera me había expuesto, pensé que quizás Borges tenía razón y eran los filtros de la memoria los que evitaban que muchas de las calles de la ciudad me remitieran al recuerdo indeleble de clientes excesivamente hincha pelotas.
jueves, 4 de octubre de 2007
Crónica de la pasajera porteña*
Salgo de la oficina, como todos los días, pero éste, especialmente conmovida. Acabo de enviar el telegrama. Los hechos contundentes se comunican por telegrama. ¿Cuántos telegramas mandaste en tu vida? Otro ranking bizarro.
Temblando, obnubilada, en el borde de la vereda levanto un brazo y antes de pestañear ya frenó el taxi. No es radiotaxi. No importa. No tengo miedo porque hoy mandé un telegrama. Y estoy flotando.
Quizás por eso le digo al taxista: Ayacucho y Junín. Me corrige: Son paralelas. Al principio no escucho su objeción porque estoy en mi propio viaje mental. Veo que me está mirando por el espejo como esperando una respuesta.
Y a continuación le explico que estoy aturdida porque mandé un telegrama y bla bla bla.
Supongo que le hablé muchísimo para lo breve del viaje. El taxista escuchaba con una actitud como de confesor pagano y express. Apenas le dejé tiempo para que me explique su punto de vista, sobre la relación de dependencia y la independencia. Con su sabiduría de cacique del asfalto me dijo:
Qué capo el tachero.
Cuando me bajé me dio una tarjeta que decía Think about it.
*afectuoso homenaje al tachero suizo
martes, 18 de septiembre de 2007
zías
Allí cuando no hay tutía...
...aparece
Para aportar un poco de orfandad
atávica-cósmica,
pura y simple
de abuelas adoptadas
en el campo y en el barco.
De abuelas huérfanas adoptadas
y longevas.
Como las tres niñas
que se encontraron hace un siglo
allá en la fábrica de manteca
en Suipacha
Que eran hermanas, huérfanas
y luego tías.
miércoles, 12 de septiembre de 2007
martes, 11 de septiembre de 2007
Crónica del tachero suizo VI y VII (mutantes, también)
Crónica VI
La abnegada yidische mame
El dilema era si seguir por Ayacucho o doblar en Quintana. A esa hora de la mañana había más potenciales pasajeros circulando por Ayacucho, pero siguiendo los impulsos de mi intuición decidí doblar a la derecha. Apenas puse el guiño, como si estuviera esperando mi arribo, me topé con el brazo levantado de una señora de unos setentipico con una valija con rueditas, cuyas modestas vestimentas no concordaban con los atuendos habituales de los moradores del barrio de
Mientras me pedía que la ayudara a subir la valija al auto, se quejaba diciendo "yo no sé para qué me hacen llevar esta valija que no entra en ninguna parte". Su castellano era entendible, aunque tenía un acento que yo identificaría como de alguna región del este de Europa. Cuando por fin logró subir la valija, el taxi se impregnó de un profundo olor a ajo. Me indicó que debíamos dirigirnos a la zona de Tribunales, a la calle Talcahuano entre Lavalle y Tucumán. Luego me preguntó qué hora era, le contesté que las 11.38. Entonces me pidió que me apurara porque debía entregarle la comida a su hijo antes de las 12. Me dispuse a tratar de elegir el camino más adecuado para que la abnegada yidische mame pudiera llegar a tiempo a cumplir con su misión.
Durante el viaje se la pasó realizando una serie de comentarios a modo de protesta sobre temas tan variados como la inflación, el tránsito y los piqueteros; a los que yo, cumpliendo con la regla de oro del buen tachero (el pasajero siempre tiene razón), me limitaba a responder en forma afirmativa. Al llegar al Palacio de Justicia, agobiada por el intenso tráfico, decidió bajarse una cuadra antes del destino prefijado. No obstante, antes de descender me pidió que le diera un tiket, dejando bien en claro que una cosa eran los afectos familiares y otra distinta el mundo de las finanzas.
Crónica VII
Dando cátedra sobre la catedral
Sobre Talcahuano había acabado de dejar a una yidische mame quien estaba muy apurada por llevarle el almuerzo a su nene, al que yo imaginaba como un típico tiburón (abogado) de la zona de Tribunales. Fue entonces que, antes de que tuviera tiempo de poner primera, un hombre de unos cincuenticinco cuyo cuello blanco lo identificaba como un miembro de la iglesia, me hizo señas para que me detuviera. En ese instante pensé que quizás ese era el día de las comunidades religiosas o una forma en la que se estaba restableciendo el equilibrio cosmológico entre el yin y el yang al que hacen referencia los taoístas.
Me dijo que lo llevara a la catedral, a lo que le pregunté si se refería a la catedral que está enfrente de
En su voz había un aire de pesimismo que denotaba un escepticismo que yo no hubiera esperado de un hombre de fe, quien –supuestamente- adhiere a las creencias sobre designios divinos del destino. Lo cual me hizo reflexionar sobre la forma incierta en la que suele presentarse la realidad cotidiana, como inciertos son los rumbos que ha de recorrer un tachero durante el transcurso de su jornada laboral.
lunes, 3 de septiembre de 2007
domingo, 26 de agosto de 2007
Corriente de agua amarga
Ahora está nuestro oso corriendo sobre la superficie congelada de una corriente de agua. Tiene que correr porque el hielo quema sus palmas frágiles.
Por momentos el hielo es más fino y se quiebra, y nuestro oso se hunde en la corriente de agua amarga. Su desplazamiento continúa bajo el agua, con otros movimientos, con otra velocidad, con otro paisaje. Continúa así su desplazamiento subgeláneo por el agua amarga, hasta que puede volver a hacer pie en la superficie.
Cuando emerge se encuentra con la lechuza, parada sobre una rama inclinada sobre el hielo.
Le dice la lechuza: “Se fiel a ti mismo”
Dice el oso: “¿A cuál de todos mis yos mismos?
La lechuza, levantando vuelo: “Al que acaba de formular la pregunta”
jueves, 23 de agosto de 2007
Plaza Houssay
Una paloma se tira un pedo y suelta una pluma.
Un gorrión captura la pluma y la incorpora a su nido.
En el nido un pichón rompe el huevo y cae el cascarón por la alcantarilla.
Se lo comen los cascarudos.
Pasa volando la lechuza.
La lechuza que profetiza y tiene hambre, detecta un cascarudo y lo engulle volando al ras.
Cuando levanta vuelo defeca.
Cae la caca sobre el oso.
El oso bipolar que hiberna en Plaza Houssay. Contra su cuerpo se calientan los pies todos los linyeras de la plaza. Veinticinco en total. Cincuenta pies contra el oso.
No entendió la señal de la lechuza y siguió durmiendo.
Creo que antes de la primavera se lo hacen a la parrilla.
martes, 21 de agosto de 2007
el hostal
el albergue busca huésped;
la casa busca latir;
el calor busca hogar;
el salón, comensal;
la rutina, rotar
se reciben propuestas
viernes, 17 de agosto de 2007
Legión feminista
viernes, 10 de agosto de 2007
Crónica del tachero suizo V
Como si fuera un potus
Siguiendo el flujo migratorio de la fauna urbana orienté mi rumbo hacia la zona céntrica de la gran ciudad. Fue una mezcla de reflejos y memoria lo que me permitió esquivar por primera vez el bache de Salguero y Paraguay, al que tenía previsto bautizar con algún sustantivo, puesto que en otras oportunidades ya le había dedicado más de un adjetivo.
En la esquina de Charcas pude divisar los frenéticos movimientos del brazo de una joven de no más de 20 años. Antes de decidirse a subir pareció observar las facciones de mi rostro, como si las estuviera sometiendo a un severo test lombrosiano. Una vez acomodada en el asiento trasero me informa que se dirigía a la facultad de Belgrano, pero que antes debíamos pasar a buscar una amiga. En la intersección de República de
— ¡Pero boluda! Cómo que no te acordabas dónde vivo, si ya vinistes un montón de veces?!
A lo que ella le contestó
— Sí boluda, ya sé, lo que pasa es que no me acordaba si era enfrente del zoológico o del botánico. Cambiando de tema. ¿Qué sabés de Jose, sigue saliendo con ese pibe? ¿Cómo era que se llamaba?
—Matías. Sí, en realidad ella lo quiere dejar, lo que pasa es que el pibe es re lindo y cuando se siente sola o aburrida lo llama. Él parece que está re enamorado y le dice que la quiere, pero a ella no le despierta nada. Me contó que lo mira y es como si estuviera viendo una planta, no sé, como un potus.
—O una palmera…
—Bueno, tanto no me contó.
Después de ese último comentario las dos coincidieron en una suerte de sonrisa cómplice.
En la puerta de la facultad de la calle Zabala finalizó el viaje. Mientras apagaba el reloj, tuve la impresión de haber escuchado una versión, quizás un poco naif, de los diálogos que mujeres deben tener en los baños públicos o cualquier otro ámbito en que estén ausentes los inquisidores oídos masculinos. No obstante, también tuve la intuición de que las temáticas de esas charlas se deben tornar más interesantes en mujeres arriba de 25. Sin embargo, sabía que mi curiosidad no sería saciada fácilmente, puesto que a medida que pasan los años las mujeres parecerían ser más cautas a la hora establecer ciertas conversaciones políticamente incorrectas, ante la presencia de cualquier eventual sujeto masculino, inclusive un ignoto tachero.
jueves, 9 de agosto de 2007
Lúdico oscuro
Lúcido de día,
alucina de noche.
Imposible alumbrar
el lado oscuro del lunático
que lucha a ciegas
contra un lucifer diabético.
Lunático de día,
lúcido de noche.
Imposible luchar
contra ese lunar alérgico
que luce oscuro
contra la piel lánguida.
Luciérnaga de día,
cucaracha de noche.
Alucina que lo aplastan
en un cuarto lúgubre
de un lupanar perdido
en un lugar cercano.
Imposible luchar.
Imposible alumbrar.
Hasta que un día
el alumno aprende.
miércoles, 8 de agosto de 2007
lunes, 6 de agosto de 2007
viernes, 20 de julio de 2007
Crónica del tachero suizo IV

Joya nunca taxi
Puse el guiño cuando vi en la esquina un bastón levantado, que fue la forma en que dos ancianos de no menos de 80 años solicitaron mis servicios. Se tomaron su tiempo para subir mientras acompañaban todos sus movimientos con una serie de suspiros y quejidos. El último que entró, después de lograr cerrar la puerta con cierta dificultad, comentó "estamos hechos unos viejos chotos".
Me dijeron que los llevara a Echeverría y Vuelta de Obligado o Soldado de
Tenían razón, porque a esa altura de la conversación ya no podía disimular mi sonrisa. Entonces el anciano de la izquierda me dijo "la verdad que lo felicito porque es el único taxi que todavía conserva la manija del techo, porque en todos los otros a los que he subido ya se la han afanado. No sé para qué carajo la quieren. Se ve que piensan que es una poronga y una vez que la agarran ya no la pueden soltar".
En el cruce de Echeverría y Vuelta de Obligado comienza el lento proceso de descenso del auto, en el que se evidenciaba el contraste entre su desenfadadas y jóvenes lenguas y las limitaciones que les imponían sus muy deteriorados huesos. Traté de hacerme de toda la paciencia con la que espero que se me trate a mí cuando llegue a esa edad en la que el propio cuerpo y el mundo en general se tornen demasiado hostiles. Tan hostiles como el tráfico en hora pico, o el impaciente conductor del auto colorado que tenía pegado al paragolpe trasero, al que sólo estaba dispuesto a tolerarle un bocinazo más antes de mandarlo a recorrer las partes más íntimas de su hipotética hermana.
jueves, 19 de julio de 2007
I
Viajo por el espacio inminentemente colapsable.
Transito por el aeropuerto del pánico internacional.
Circulo por una atmósfera catastrófica.
Navego por una laguna de virus.
Y vuelvo al mismo lugar.
En Brasilia,
paseo por la ciudad del concreto artístico.
Recorro el laboratorio urbano de la utopía sesentista,
el diseño vivencial del monoblock iluminado.
Y debajo de una autopista
me encuentro una lechuza.
Dice la lechuza al escorpión: “no te enamores de un extranjero”.
Dice el escorpión: “todos somos extranjeros”.
Dice la lechuza: “entonces no te enamores”.
Dice el escorpión: “ya es tarde, me acabo de enamorar de ti, sabia criatura”.
Entonces la lechuza voló lejos.
Y el escorpión siguió caminando
con un sello más en su pasaporte.
viernes, 13 de julio de 2007
Crónica del tachero suizo III
El veranito de San Juan
Estoy tratando de decidir si doblar por Montevideo o seguir por Paraguay antes de que el semáforo cambie de color, pero el ruido de un golpe en la ventanilla trasera interrumpe mis deliberaciones. Es una mujer de unos veintipico quien me pregunta si está libre, le respondo que sí mientras le quito el seguro a la puerta. Apenas sube me comenta "así que está prohibido fumar, se nota porque no hay olor a pucho. Es que el olor a cigarrillo impregna la ropa, los muebles, inclusive si uno besa a alguien que fuma en seguida se da cuenta. Yo antes fumaba mucho pero hace 5 años que dejé de fumar. Antes no me daba cuenta pero ahora no me banco el olor a cigarrillo. ¿Y la gente respeta el cartel?". Le respondo que hay mucha gente que al ver el cartel opta por dejarme pasar y esperar a otro taxi que les permita fumar en el viaje. "Lo que es el vicio. Y me parece que en las mujeres es peor, no?". Le respondo que puede que sí. Entonces agrega:"Es que nosotras somos más ansiosas, bah, un poco más histéricas también" (en fin, no hay nada como la misoginia femenina) Luego me aclara: "Yo no soy ninguna histérica, pero la mayoría sí". No hacía falta la aclaración, porque para mí estaba claro que ella no era ninguna histérica, puesto que ya no fumaba, a lo sumo un poco maniática y obsesiva, con respecto a su antiguo vicio, pero histérica ya no. Después de un minuto de silencio me pregunta "no les parece que los hombres también están cada vez más histéricos?" Le respondo afirmativamente, puesto que el pasajero siempre tiene razón. No obstante, una vez finalizado el viaje, trato de determinar a qué se puede definir por histeria masculina, aunque quizás yo mismo sea demasiado histérico para saberlo. En fin, un poco histérico quizás pero con los pulmones bien limpios, o mejor dicho joya nunca taxi.
jueves, 12 de julio de 2007
martes, 3 de julio de 2007
sábado, 30 de junio de 2007
domingo, 24 de junio de 2007
Crónica del tachero suizo II

Esos cada vez más sofisticados aparatitos
Estaba esperando que la luz del semáforo de Cabildo y Federico Lacroze cambiara de color, pero fue el grito de taxi de una mujer de unos
miércoles, 20 de junio de 2007
lunes, 18 de junio de 2007
Columnista invitado: El tachero suizo
El precio de la honestidad
Circulaba por Libertador cuando repentinamente decidí doblar por Monroe. Fue una mano levantada la que me hizo frenar. La presa en cuestión era un sujeto masculino de unos 70 a 60 y pico de años y un poco excedido en peso. Al subir lo primero que me dice es "Ya no puedo caminar por la calle porque la gente me confunde con Pablo Echarri, debe ser por la boina". Sí, debe ser por la boina, le contesto. Luego me afirma: "Pibe cuando yo tenía tu edad con las minas había que remarla, no como ahora que están todas regaladas. Le voy a pedir a Dios que me quite 25 año". Pedile 30, le contesto, así tenes más margen para negociar. Después de un suspiro profundo, agrega "lo que pasa es que con el tiempo se te va la fuerza pero las ganas te quedan. Es que la vida se te va entre la soledad y la melancolía". No le contesto, pero intento imaginar de qué tango habrá sacado esa frase. Al llegar al destino prefijado el reloj marca $4.68. Cuando le estoy dando el vuelto me interrumpe y en forma muy enfática me dice "pibe me estas dando 25 centavos de más, mira que por 25 centavos todavía soy honesto, por más no se". Un par de cuadras después, pienso que yo por 25 centavos también sería honesto por 50 también, pero por algún decimal más, no estoy seguro. En fin, cuál será el precio exacto de la honestidad.
jueves, 14 de junio de 2007
lunes, 11 de junio de 2007
Cadena alimentaria urbana
... → cucaracha → gato → rata → paloma → loba esteparia → oso bipolar → FARMASHITY
miércoles, 6 de junio de 2007
sábado, 2 de junio de 2007
La problemática
Me preocupa mucho
la problemática de la mujer
fálica heterosexual
en el occidente posmoderno.
Que tiene menos cosméticos
que su vecino metrosexual.
Que en la cocina tiene menos
electrodomésticos
que herramientas en el desván.
Que conoce más de informática
que de terapia floral.
Esta es una persona
difícil de acorralar,
difícil de domesticar
y difícil de ayudar.
Yo conozco a una de esas
y no sé dónde va a ir a parar.
martes, 29 de mayo de 2007
Acerca de la calendarización de los estados de ánimo
En mayo no soy yo.
En mayo me desplazo.
Otra me reemplaza.
Ésa no es ésta,
no se me parece,
no me hace bien.
Pero yo
enseguida vuelvo.
Estoy llegando
al invierno con sol.
domingo, 20 de mayo de 2007
jueves, 17 de mayo de 2007
otra fiera vecina
Primero en llegar,
último en salir,
el único tuneado
es el auto del playero.
Acelera frustrado,
quieto en el asfalto,
quieto en la cuadrícula que ordena
a los demás autos
pitucos, silenciosos, útiles.
Acelera con fuerza y grita.
Escupe contra la pared
el escape frustrado
del taunus, torino o toyota,
que no va a ninguna parte
en todo el día.
Sólo pega un alarido
cuando llega y cuando se va
contra mi almohada
contra mi cabeza
en la cabeza
del león
enjaulado
martes, 15 de mayo de 2007
miércoles, 9 de mayo de 2007
sábado, 5 de mayo de 2007
Una anécdota
EL GORDO SORIANO, CONTADOR DE PATOS
Durante la filmación del documental Soriano, Osvaldo Bayer le contó al director Eduardo Montes Bradley una anécdota que le habían relatado sobre su amigo escritor.
Resulta que en el exilio en Bélgica, cagado de hambre, Osvaldo Soriano consiguió un laburo de contador de patos en el Lago de los cien patos de Bruselas. El trabajo consistía en contar los patos todas las noches y reportar los posibles faltantes a las autoridades, que al instante los repondrían para que el Lago de los Cien Patos no dejara de tener, efectivamente, cien patos.
El problema era que nunca desaparecía ningún pato, siempre había cien patos en el Lago de los Cien Patos. Y Soriano empezó a temer que las autoridades notaran la inutilidad del puesto y lo rajaran. Entonces acordó con un amigo exiliado peruano para que cada tanto se robara un par de patos.
De esa manera pudo mantener su trabajo y, según dicen, eran legendarios los asados que se organizaban entre varios exiliados latinoamericanos, con Soriano como huésped de honor. Obviamente, el menú era siempre el mismo: pato a las brasas.
Maravillado por la anécdota, y con la intención de hacer más interesante su documental, Montes Bradley le dijo a Bayer: ¿Por qué no vamos a Bruselas para ver si existe ese puesto de contador de patos? Y Bayer le contestó que mejor no, que para qué...
Enterarse de que en Bruselas no existe un Lago de los cien patos ni un puesto de contador de patos sería como dejar de soñar, de esperar, de creer que en algún lejano, escondido y maravilloso lugar de este perro mundo existe la felicidad. Tenía razón Bayer, para qué.
sábado, 28 de abril de 2007
En el centro
En el centro
A la vuelta de económicas
A la vuelta de la morgue
A la vuelta de la amia provisoria
A la vuelta del palacio de aguas
A la vuelta del subte facultad
A la vuelta de la plaza de cemento
A la vuelta del normal uno y del lasalle
Rodeada de garajes
Invadida por motores
En el centro de la manzana
El bunker
En el centro del bunker
El patio
Conexión vertical con el cielo
Precipita el hollín de los incendios de la reserva
Precipita el polvillo del cielorraso centenario
Precipita la hilacha de los vecinos
Precipita el pucho del polvo medianero
Los cables de los enchufados
Igual
Canta un zorzal
Los domingos a la mañana
martes, 24 de abril de 2007
domingo, 22 de abril de 2007
Bajo la lluvia
Bajo la lluvia
suspende su voluntad,
elude la elección,
suprime el deseo,
evita la respuesta,
retiene el respiro,
contiene las lágrimas,
minimiza el movimiento,
interrumpe la mirada,
renuncia a la decisión
y se evapora
cuando sale el Sol.
viernes, 13 de abril de 2007
lunes, 9 de abril de 2007
En Neuquén (familia revisited)
Simultáneamente veo a S. subir y bajar escaleras del VILLANAGE Cinema en una pierna y dos muletas y quisiera abrazarlo y darle una poción mágica para que no se lastime nunca más.
Casi simultáneamente H. tiene una de sus chiripiorcas y voy corriendo a darle azúcar.
A continuación tengo pesadillas.
Y después ya es otro día.
Y ahora estoy en Buenos Aires.
jueves, 29 de marzo de 2007
miércoles, 28 de marzo de 2007
Segunda vuelta
¿Tendrá algo que ver con el rumor de que en el 2012 se acaba el mundo?
lunes, 26 de marzo de 2007
jueves, 22 de marzo de 2007
Más animales, pero estos son de verdad
lunes, 19 de marzo de 2007
otro palo de la jungla
demarcaron su territorio:
una hectárea urbana
que vigilan en silencio y en guardia permanente.
La recorren sin hablarse ni mirarse.
Se reparten los flancos a patrullar.
Caminan todo el día con las armas listas.
Y por la noche se sientan a llorarle a la luna,
porque no recuerdan
dónde enterraron a sus hijos.
martes, 13 de marzo de 2007
El oso
El oso bipolar
no vivía en el bosque muy contento
ni tampoco soportó recorrer el mundo en circo.
El oso bipolar
prefiere caminar por las vías del tren suburbano
que llega hasta el desierto.
Se lo encuentra en la orilla de escombros
de
Se refugia en los túneles peatonales
de la nueve de julio.
Y a veces asalta los almacenes de Farmaciti
como si fueran panales rebosantes
de psicofármacos, analgésicos y laxantes.
lunes, 12 de marzo de 2007
Próximamente...
otoñal,
invernal,
dominical,
quincenal.
* 1. f. Reunión de personas que se juntan habitualmente para conversar o recrearse.
viernes, 9 de marzo de 2007
Día femenino
jueves, 8 de marzo de 2007
Otro insomnio
Me endurecí y me ablandé, todo a destiempo.
Me empapé y me sequé.
En marzo termina el verano y empiezan los deberes, fuertemente.
[extraño tu buen humor]
Me mudo a
Me mudo de habitación, para ver el eclipse.
Sonó la alarma meteorológica,
la sirena de incendio,
el alerta bursátil y
hasta el silencio hospital:
Ola de violencia
en Indonesia.
[extraño nuestras conversaciones]
lunes, 5 de marzo de 2007
Tarnation
Hoy empecé cuarto grado
y mi mamá está en la casadelgranhermano.
Ayer se me cayó un diente
y mi mamá está en la casadelgranhermano.
Desde enero vivo con mis abuelos
y mi mamá con los demás en la casadelgranhermano.
A la mañana tomo la leche mientras miro la tele, y saludo a
mi mamá que está en la casadelgranhermano.
Le gasté toda la tarjeta del celular a mi tía, para votar
a mi mamá, para que se vaya de la casadelgranhermano.
Mis compañeros de la escuela hablan feo de
mi mamá, porque la ven por la tele mientras
está en la casadelgranhermano.
Mi papá dice que le va a hacer un juicio a mi mamá
para sacarle la mitad de la plata que se va a ganar
si se queda en la casadelgranhermano.
Los compañeros de trabajo de mi abuelo se babean un montón
cuando la ven a mi mamá en corpiño
en la casadelgranhermano.
Yo lo único que quiero es una gran GALA DE EXPULSIÓN
Que me devuelva a mi mamá
Y volver a casa.
Todo circula
jueves, 1 de marzo de 2007
Conjuro contra el invierno
Creer o reventar.
Dicen que dicen que
si pintás el techo de blanco.
Si arreglás las canillas que pierden.
Si cuidás tu jardín todos los días.
Si comés vegetales de todos colores.
Si albergás al pichón perdido (sin ponerlo en una jaula).
Si dejás de fumar.
Si jugás con tus sobrinas hasta la carcajada.
Si viajás al norte o al sur.
Si prestás muchos libros y discos.
Entonces, quizás, es probable que, cuando llegue el cruel invierno,
no te robe tanta luz.
No te tape de tanto barro.
No te mate tanto verde.
No te aplaste contra el piso.
No te encierre en el sótano.
No te deje sin respiro.
No te borre la sonrisa.
No te ancle en Buenos Aires.
No te alimente el soliloquio.
Ok.
Y prendo una vela blanca también…
No vaya a ser…
martes, 27 de febrero de 2007
Perra vida

Cuando se miran parecen evocar una época en que eran dálmatas y sorbían un fideo entre los dos, uno en cada punta.
Si esa época existió no lo sabemos. Se trata más bien de un reconocimiento entre ellos. Como si fuera una cuestión de pedigree, y un sentimiento también (¿por qué no?)
No son ni viejos ni jóvenes, son de alguna manera eternos o intemporales.
Cuando están juntos tienen la fuerza necesaria para mover el rabo, quizás originada por ese recuerdo (o sentimiento) compartido, pero no demuestran mucho más.
Mientras todos nosotros alrededor correteamos por un hueso y nos mordemos la cola.
lunes, 26 de febrero de 2007
El guardapolvo junta polvo...
jueves, 22 de febrero de 2007
PÉRDIDA TOTAL DE LA INOCENCIA
se podría soportar con una
PÉRDIDA TOTAL DE
y se podría compensar con una
PÉRDIDA TOTAL DE
y qué tal una
PÉRDIDA TOTAL DE
a riesgo de una
PÉRDIDA TOTAL DE ESCRÚPULOS
al borde de una
PÉRDIDA TOTAL DE
al extremo de una
PÉRDIDA TOTAL DE
pero mejor una
PÉRDIDA TOTAL DEL MIEDO
y ojalá nunca una
PÉRDIDA TOTAL DEL HUMOR
lunes, 19 de febrero de 2007
adoro las canciones simples
Quisiera tener alas para volar.
Para volar, quisiera tener alas para volar
Para volar, cruzar por el espacio en libertad
En libertad como los pajarillos, en libertad
Que nadie me pregunte: a dónde va?
Camino sin fronteras quisiera ser.
Quisiera ser, camino sin fronteras quisiera ser
Quisiera ser, que salimos sino para volver
En libertad como los pajarillos, en libertad
Que nadie me pregunte: a dónde va?
Quisiera ser espuma y ola en el mar.
Ola en el mar, quisiera ser espuma y ola en el mar
Ola en el mar, que llega hasta la orilla y vuelve atrás
En libertad como los pajarillos, en libertad
Que nadie me pregunte: a dónde va?
Un beso cada día al despertar.
Al despertar, un beso cada día al despertar
Al despertar, de labios que te dejen en libertad
En libertad como los pajarillos, en libertad
Que nadie me pregunte: a dónde va?
(Sevillana)
Paco Peña
domingo, 18 de febrero de 2007
Sangre fría
En casi un mes leo A sangre fría. Disfruto la literatura, sí, pero también tengo todo ese tiempo para espantarme más y más ante la situación de violencia. Es que es como mirar una peli “yanqui” policial, pero que dura tres semanas.
jueves, 15 de febrero de 2007
envasada
Soy tu flan,
handle with care, con vainilla, este lado arriba, consumir preferentemente
antes de: (frágil) ayer.
martes, 13 de febrero de 2007
El clan
Somos un clan. Eso somos. No sabemos exactamente cuántos somos, pero somos cada vez más. Y rápidamente nos identificamos. Somos muy solidarios entre nosotros. Nos conocemos bien. En principio nos conocemos porque hemos sido pareja, de alguna manera, en algún momento, de a pares, entre nosotros. Ahora no. Ahora somos todos ex. A cada uno le ha llevado un tiempo diferente integrarse en el clan. Los más experimentados ingresan directamente. Otros después de años. Pero pasado ese período, vuelve la armonía. Y funcionamos muy bien. Nos aconsejamos sobre los temas más diversos. Nos recomendamos ante propuestas laborales. Nos presentamos nuevos candidatos y candidatas. Nos damos el visto bueno o expresamos nuestros reparos. Es que sabemos bien cómo somos.
A veces creo que somos una comunidad exitosa.
A veces parecemos una tribu de perdedores.
Una especie de familia, también.
El tiempo dirá.
Yo tengo propuestas para el clan. Por ejemplo, mudarnos todos a un pueblo de esos que murieron cuando cerró el ramal de tren. Llevar una conexión de Internet, llevar muchos libros y películas. Aprender a hacer artesanías y los oficios. Vivir a nuestra manera. (Muy hippie, ya sé)
lunes, 12 de febrero de 2007
jueves, 8 de febrero de 2007
Cosas que se logran luego de muuuuucho tiempo
- Que el laurel se convierta en árbol.
- Que tu sobrina te nombre "Chinchia"
- Que otra sobrina escriba en un papel "Feliz cumpleaños Cynthia"
- Sanar un corazón.
- Recibirse de Licenciada en Ciencias de la Comunicación.
- Soldar una tibia, un peroné y un astrágalo.
- Reconstruir en la memoria a una persona querida y ausente.
De la carta astral
"Por tanto, las mujeres elevadas que poseen el Sol en Escorpión se caracterizan por tener una gran profundidad interna y por vivir a lo largo de su vida varias crisis de carácter transformador, que si bien en un determinado momento pueden resultar un tanto difíciles, producen unos efectos de autotransformación personal verdaderamente prodigiosos. Precisamente, los procesos internos del Escorpión poseen algo de explosivos, pero previamente son acumulativos. ¿Esto qué quiere decir?. El signo del Escorpión acumula energía psíquica interna, y, llegado un momento, pasado ese período de "incubación", entonces esa energía sale de forma exaltada y brusca hacia la luz, es decir, se expresa hacia afuera. "
martes, 6 de febrero de 2007
Oficina
Y en la atmósfera, subterráneo pero ineludible, el nivel global de testosterona y progesterona (por decir), nos conduce hacia un estado de ánimo…
domingo, 4 de febrero de 2007
sábado, 3 de febrero de 2007
Como el escorpión
Él es una persona íntegra, noble, inteligente, simpática. Honesto y trabajador. De loable trayectoria. De innumerables experiencias. Ha superado demasiados desafíos. Se ha superado a sí mismo y a las circunstancias de su origen. Ha construido su destino, su carrera, su familia.
Pero tiene un vicio, un defecto, un problemita. Uno solo. No lo puede cambiar. Pide que lo acepten así, con esa marca.
Pero para casi todo el mundo es inadmisible.
Y así, se derrumba cada vez.
Sin cambios.
viernes, 2 de febrero de 2007
jueves, 1 de febrero de 2007
Pánico
Ni que nos inunde la depresión.
Una cosa es el mal del sauce, pero otra la parálisis paranoica.
Una cosa es la melancolía, pero otra la angustia ansiosa.
Es un deseo para toda mi generación...
domingo, 28 de enero de 2007
Ex-fumadora
Veo a una abuela joven bailando con su nietita en brazos. Las dos sonreían.
Por un instante creo que es la mujer más feliz del mundo, con la música de fondo.
Al ratito la veo fumando y pensé que no, que probablemente no puede ser taaaan feliz.
Y yo qué me meto?
Proyecciones de ex fumadora...
jueves, 25 de enero de 2007
miércoles, 24 de enero de 2007
Melanco Sabina*
Cuando era más joven
Cuando era mas joven viaje en sucios trenes que iban hacia el norte.
Y dormí con chicas que lo hacían con hombres por primera vez.
Compraba salchichas y olvidaba luego pagar el importe.
Cuando era más joven me he visto esposado delante del juez.
Cuando era más joven cambiaba de nombre en cada aduana,
cambiaba de casa, cambiaba de oficio, cambiaba de amor.
Mañana era nunca y nunca llegaba pasado mañana;
cuando era más joven buscaba el placer engañando al dolor.
Dormia de un tirón cada vez que encontraba una cama.
Había dias que tocaba comer, había noches que no.
Fumaba de gorra y sacaba la lengua a las damas
Que andaban del brazo de un tipo que nunca era yo.
Pasaron los años, termine la mili, me meti en un piso,
hice algunos discos, sente la cabeza, me instale en Madrid.
Tuve dos mujeres, pero quise mas a la que mas me quiso;
Una vez le dije: "¿Te vienes conmigo?" Y contesto que "¡ sí !".
Hoy como caliente, pago mis impuestos, tengo pasaporte,
pero algunas veces pierdo el apetito y no puedo dormir
y sueño que viajo en uno de esos trenes que iban hacia el norte.
Cuando era mas joven la vida era dura, distinta y feliz.
Joaquín Sabina
*Colaboración de Martín, fan que me quiere convertir... . Gracias.