martes, 6 de febrero de 2007

Oficina

Los habitantes del microecosistema burocrático estamos sujetos a variaciones de todo tipo en el ambiente. Varía el nivel de tabaco en el aire. La temperatura se modifica artificialmente, veloz y ampliamente. Los decibeles, timbres y tonos de las voces se superponen y se potencian (coros involuntarios). Sin mencionar la característica selección musical que emana de cada computadora, de cada habitante. También hay épocas de mate amargo, otras de café, otras de facturas y otras de galletitas de salvado.
Y en la atmósfera, subterráneo pero ineludible, el nivel global de testosterona y progesterona (por decir), nos conduce hacia un estado de ánimo…

3 comentarios:

c. dijo...

cómo? se puede fumar ahí dentro?

c. dijo...

todo lo que termina en terona es muy sexual.

ziNziA dijo...

Sí, se puede fumar :-(