jueves, 4 de octubre de 2007

Crónica de la pasajera porteña*

Salgo de la oficina, como todos los días, pero éste, especialmente conmovida. Acabo de enviar el telegrama. Los hechos contundentes se comunican por telegrama. ¿Cuántos telegramas mandaste en tu vida? Otro ranking bizarro.


Temblando, obnubilada, en el borde de la vereda levanto un brazo y antes de pestañear ya frenó el taxi. No es radiotaxi. No importa. No tengo miedo porque hoy mandé un telegrama. Y estoy flotando.


Quizás por eso le digo al taxista: Ayacucho y Junín. Me corrige: Son paralelas. Al principio no escucho su objeción porque estoy en mi propio viaje mental. Veo que me está mirando por el espejo como esperando una respuesta.

- ¿Perdón?

- Ayacucho y Junín son paralelas.

- Ah! Claro! Quise decir Viamonte entre Ayacucho y Junín.


Y a continuación le explico que estoy aturdida porque mandé un telegrama y bla bla bla.

Supongo que le hablé muchísimo para lo breve del viaje. El taxista escuchaba con una actitud como de confesor pagano y express. Apenas le dejé tiempo para que me explique su punto de vista, sobre la relación de dependencia y la independencia. Con su sabiduría de cacique del asfalto me dijo:

- Ni lo uno ni lo otro: lo que todos tenemos es una relación de interdependencia. Mi dominio sobre este auto no tiene sentido sin una pasajera que me diga hacia dónde ir. Y tu deseo de llegar en auto a ese destino no tiene posibilidad de realizarse sin mi intervención.

Qué capo el tachero.

Cuando me bajé me dio una tarjeta que decía Think about it.



*afectuoso homenaje al tachero suizo

2 comentarios:

ziNziA dijo...

Más consejos del tachero:
"Con respecto al tema del telegrama me parece que la libertad tiene su precio y como dice el dicho cuando una puerta se cierra otra se abre,aunque también hay que saber calcular los tiempos para no recibir un portazo en la cara."

gracias

c. dijo...

confesor pagano y express.

impecable.


capísimo tu tachero, el último que tomé yo fue un bodrio.


felicitaciones!!!!