jueves, 19 de julio de 2007

I

Viajo por el espacio inminentemente colapsable.

Transito por el aeropuerto del pánico internacional.

Circulo por una atmósfera catastrófica.

Navego por una laguna de virus.

Y vuelvo al mismo lugar.


II

En Brasilia,

paseo por la ciudad del concreto artístico.

Recorro el laboratorio urbano de la utopía sesentista,

el diseño vivencial del monoblock iluminado.

Y debajo de una autopista

me encuentro una lechuza.

Dice la lechuza al escorpión: “no te enamores de un extranjero”.

Dice el escorpión: “todos somos extranjeros”.

Dice la lechuza: “entonces no te enamores”.

Dice el escorpión: “ya es tarde, me acabo de enamorar de ti, sabia criatura”.

Entonces la lechuza voló lejos.

Y el escorpión siguió caminando

con un sello más en su pasaporte.

6 comentarios:

ziNziA dijo...

diálogo influenciado por el tachero suizo, pensé

Anónimo dijo...

muy lindo, muy shao-lin

Ana dijo...

hermoso!

Anónimo dijo...

Gracias Ana! y bienvenida al cúmulo!
Gracias anónimo también.

c. dijo...

muy lindo, nena.
pero también quiero relato relato del viaje.
no se, soy convencional?

ziNziA dijo...

El relato quedó en la caja negra...