martes, 16 de enero de 2007

Mar del Sur (Lonely Heart Freaks)


Voy a Mar del Sur. Me alojo en la Hostería.
Mientras tanto leo una novela, cuyo protagonista escribe un cuento, sobre una pensión.
Todos los pasajeros son particulares.
Hay un hombre que camina con las manos, un señor que adivina sueños, otro que los interpreta. Hay un chico autista, que hace pis en la puerta de una habitación, que no es la suya. Hay un perro autista. También un oso que anda en monociclo.
Hay una mujer hermosa, disputada por dos hombres. Y hay un hombre esquivo, que seduce (¿sin quererlo?) a dos, tres o más pasajeras.
A la noche hay ruidos extraños, intrigas. Algunos pueden dormir, otros no.
Y más.
Yo convivo con todos ellos, sólo durante 60 horas. Presencio sus gestos e interacciones. Creo que apenas me ven, pero me tengo que ir, así de pronto. Mejor así.
Termina el fin de semana, me subo al micro y –solidariamente- el libro se queda en el bolsillo del asiento. Piso Buenos Aires y dejo los dos hospedajes. Tenía que ser así, parece.

3 comentarios:

c. dijo...

sé todavía más generosa y contame el título del libro, dale?
es gracias a tu relato que me dieron ganas de oso en monociclo.

ziNziA dijo...

El libro que algún pasajero del cóndor tuvo la suerte de encontrar: El mundo según Garp, de John Irving.

ziNziA dijo...

Y también perdí un señalador muy lindo...
Espero que lo disfrute el/la afortunado/a (al libro)