
La canilla gotea como los latidos de un elefante de un cuadro de Dalí.
El zumbido del mosquito, como un bimotor japonés.
Del estómago salen sonidos, una ballena que canta, con catarro.
El olor del espiral, tóxico hasta la pesadilla del humano.
Las luces de los artefactos apagados, encendidas.
El ciento cuarenta que pasa por Córdoba. (ya estoy soñando: el ciento cuarenta no pasa NUNCA a la madrugada)
El cometa que pasó sobre el techo de casa…
2 comentarios:
Probaste contando ovejitas
Me di una vuelta por todo el blog y esta muy interesante, voy a pasar seguido...saludos!
Gracias Luc
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